Una Escuela de Dignidad que cumple medio siglo de trabajo a favor de los mejores intereses de su laboriosa Comunidad»»
Por: Dora Eusebio Gautreau.
Poner en funcionamiento una Casa de la Cultura sin recursos y pretender que en ella opere una escuela de música para niñas, niños y jóvenes parece una idea loca o una utopía inalcanzable, incluso para líderes culturales de muy reconocida trayectoria.
Más aún en momentos en que el individualismo derrotó la solidaridad y que cualquier intención de trabajar con jóvenes se torna pesimista. Cuando el club del que se quiere forme parte las dos entidades, no recibe asignación alguna del estado ni del ayuntamiento local y muy por el contrario, el ansiado techado para su cancha donde tantos deportes se practican, reivindicado por la comunidad en marchas y manifestaciones públicas, fue ofrecido por el gobierno pero nunca realizado.
Pero el club cambió su estrategia y en lugar de continuar caminando detrás del gobierno para el techado, decidió probar otros sueños con sus propios recursos humanos. Y es así que el sábado 31 de julio del 2021 a las 3pm, el Club Deportivo y Cultural Villa Faro realizó una actividad cultural para dejar formalmente inaugurada la “Casa de la Cultura de Villa Faro” y la escuela de Música Maestro Francisco Frías.
De acuerdo a Felipe Medrano su inspirador y guía, junto a Sucre Julian, “tanto la Casa de la Cultura de Villa Faro, como La Escuela de Música Maestro Francisco Frías, son dependencias culturales del Club Deportivo y Cultural Villa Faro, manejadas de forma autogestionaria, sin contar para su sostenimiento, con ningún tipo de respaldo del gobierno central o local (Ayuntamiento). En el caso específico de la Escuela de Música Maestro Francisco Frías, y esto me parece muy relevante, cuenta con el respaldo del “Grupo los Elegidos de Villa Faro”, integrado por prominentes personalidades, que históricamente han demostrado su apego, amor y solidaridad con los mejores y más sanos intereses de esta comunidad.
Aquí hay dos asuntos importantes que quiero denotar Primero: La lección que nos enseña la comunidad villafarense sobre la Autogestión, pues ella genera en las, personas grupos, asociaciones, comunidades, pueblos, países confianza y orgullo colectivo, al reafirmar que entre todos y todas se logran resolver bien las cosas por difíciles que parezcan.
La autogestión es una conducción autónoma que ocurre como consecuencia de transformar la visión sobre las vías de adquisición de productos, bienes, servicios y la solución de los problemas. Autogestión es decisión personal propia pero con una raíz colectiva. En el fondo constituye una crítica a la sociedad actual. Implica participación democrática, y forma alternativa de organización donde los propios comunitarios y comunitarios toman las decisiones más importantes.
El segundo hecho a subrayar proviene de la labor continua y sobre todo de los resultados que a ocho meses de dejar en funcionamiento la Casa de la Cultura de Villa Faro y la Escuela de Música maestro Francisco Frías, se registran: Nada más y nada menos que un alumnado compuesto por 130 niñas, niños y jóvenes que aprenden a tocar los instrumentos musicales donados por socios, socias, amigas, colaboradores, en un local también cedido por un villafarense solidario.
Las otras actividades como las que generan la Escuela de canto y poesía, las conferencias, actos, jornadas culturales, más las prácticas y torneos de sus equipos deportivos de voleibol infantil y juvenil, basquetbol, lucha Olímpica, ajedrez, fútbol sala, balonmano y Tae Kwon Do, etc. nos demuestran que todavía es posible trabajar por la juventud, descubriendo talentos para las artes y el deporte, crear conciencia social y al mismo tiempo prevenir y apartar la juventud de la influencia de los antros nocivos de la delincuencia, la droga, del reggaetón malo y las redes sociales.
Por último celebremos con entusiasmo los cincuenta años del Club Deportivo y Cultural Villa Faro que acaban de celebrarse durante toda una semana de fiesta del deporte y la cultura.